Llegó el cumpleaños que muchos esperaban. Hoy, 15 de noviembre de 2016, los señores Stiglitz y Pieth hicieron público su informe titulado SUPERANDO LA ECONOMÍA DE SOMBRAS (OVERCOMING THE SHADOW ECONOMY), cuyo enfoque fue los mal llamados Papeles de Panamá y las cosas que salieron a la luz pública de una gran cantidad de documentos que pertenecían a un bufete de abogados en Panamá que se llama Mossack & Fonseca.
Hasta ahora han hecho público el informe, que cuenta de 25 páginas, y un cuestionario que contestaron ante el Comité de Pesquisas sobre Lavado de Dinero, Elusión de Impuestos y Evasión de Impuestos.
Las noticias publicadas en los diarios de la localidad y en algunos cables noticiosos internacionales han ofrecido un buen resumen del cuestionario. Por lo visto no se han leído el informe todavía, sin embargo siguiendo las nuevas normas de poca lectura, Stiglitz y Pieth inician dicho informe con cuatro conclusiones básicas de su trabajo.
· Que hay un consenso mundial que los paraísos fiscales son un problema mundial, ya que facilitan el lavado de dinero y la elusión y evasión fiscal contribuyendo a la inequidad en la distribución de las riquezas.
· Que los Estados Unidos de América y Europa tienen la obligación de hacer que todos los centros financieros cumplan con los estándares mundiales de transparencia, ya que cuentan con el poder para obligar al resto a cumplirlos; pero que ambos no lo hacen por el poder de los intereses de quienes se benefician de esta confidencialidad.
· Que los capitales se van a aprovechar de cualquier lugar que ofrezca confidencialidad, y el dinero fluirá por este lugar. Por ende que el sistema de transparencia debe ser a nivel mundial, y que Estados Unidos y Europa deben dar el ejemplo para que los demás países los sigan. Además que algún paraíso fiscal deben demostrar que sí se puede crecer y lograr desarrollo con otro modelo económico.
· Que los países deben cumplir con todos los estándares, no solo con el mínimo. Que cada país debe esforzarse para cumplir a cabalidad con los estándares para dar el ejemplo, y que eventualmente los demás sigan este ejemplo.
Leyendo el informe total me queda claro que tanto Stiglitz como Pieth pretendían que este comité de expertos convocado por el Presidente de la República de Panamá iba a emitir un informe donde se recogerían una serie de recomendaciones para todas las jurisdicciones denominadas como paraísos fiscales. Ambos pretendían concluir con un documento modelo para todos, no solo para Panamá. Sé que algunos ven esto con cierto aíre de caballerosidad medieval, en el punto que fuera muy positivo que Panamá tomara la cabeza, y fuese quien a través de estos señores marcara las pautas para los cambios. Sin embargo yo discrepo con esto. Si Panamá estaba convocando este comité para encontrar sus deficiencias, buscar soluciones y mejores opciones, era algo para nosotros; y de nosotros decidir si lo queríamos compartir. Al final Stiglitz y Pieth lograron lo que querían e emitieron públicamente al mundo sus opiniones sobre los paraísos fiscales y cómo combatirlos.
Curiosamente Stiglitz y Pieth reconocen que solo un 20% de las corporaciones involucradas en los Papeles de Panamá fueron incorporadas en Panamá. Sin embargo no he visto que este punto se resalte en las notas que se han publicado en los periódicos u otros medios noticiosos.
El informe sigue resaltando el tema de la transparencia, alegando que en los últimos 40 años el mundo tiene más claras las consecuencias de la falta de transparencia. Cita como ejemplo a los países escandinavos donde las declaraciones de impuestos son públicas, ya que si todo se hizo bien pues no hay nada que esconder; y a la vez menciona el ejemplo de Las Filipinas donde publicar una declaración de impuestos es una violación a la intimidad. Sigue destacando que la privacidad lo único que facilita es que los dineros mal habidos puedan ocultarse, ya que de ser todo transparente fuera más fácil perseguir tanto a los fondos mal habidos como a los delincuentes que lo generaron.
Siguiendo el aspecto social, o socialista si lo prefieren, del informe los autores resaltan que esto es necesario para poder cobrar los impuestos que son la base de la sociedad moderna, sin los cuales esta no se puede mantener ya que no habría dinero para construir nueva infraestructura, programas de apoyo social, salud y educación pública, entre otros. En pocas palabras el Estado moderno como lo conocemos necesita de sus impuestos y debe contar con los mecanismos para hacer efectivo el cobro de estos donde se encuentren sus contribuyentes.
Sigo leyendo y me parece que los autores deben ser voceros del club que quiere un gobierno mundial en cuanto resaltan que de existir tal gobierno mundial, la evasión de impuestos ya se hubiese erradicado porque dicho gobierno hubiese establecido reglas para obligar a las instituciones financieras a cumplir con estándares de transparencia; y de igual forma hubiese sometido a las jurisdicciones reacias a cumplir con dichos estándares. Sigo oliendo el socialismo tras de esto ya que alegan que inclusive en los Estados Unidos hay quienes abogan por cortar toda relación financiera con las jurisdicciones que no cumplan con los estándares globales, inclusive sus propios estados. Esto me suena a cuento en cuanto son los Estados Unidos quienes más ventaja han sacado de todo este tema.
Una parte delicada de este informe es cuando los autores denuncian que se usaron estructuras corporativas para la comisión de delitos. Un punto delicado es que claramente dicen que cliente de un bufete de abogados en Panamá era el coordinador de una mafia de prostitución infantil. Me imagino que ellos tratan de intuir que los abogados sabían quién era su cliente y qué hacía, y por ende que parte de los manejos de la estructura corporativa que le hicieron iba hacia esa actividad.
Continúa el informe resaltando que muchas estructuras corporativas son usadas por las grandes corporaciones a nivel mundial para evadir impuestos en su país de origen, y que para dicha evasión sea posible es necesario de la contribución de otros abogados, contadores e inclusive algunos gobiernos que facilitan leyes y regulaciones favorables a que dichas grandes corporaciones tomen ventajas de triangulaciones de precios.
Los autores también muestran su descontento sobre las zonas económicas especiales o zonas libres de impuestos, en cuanto dentro de estas mucha actividad es lavado de dinero. Además que fomenta la evasión de impuestos y provee un campo parejo ya que los que operan en estas zonas tienen ventajas sobre los que no; y que nuevamente por pagar pocos o ningún impuesto no contribuyen en el aspecto social al país donde están radicadas estas zonas libres. En esto los países alegan que la contribución indirecta a la economía local es mayor que cobrarle impuestos directos a estas empresas en las zonas libres de impuestos. Sin embargo los autores no están de acuerdo con esta postura. Ellos piensan que genera más divisiones, menos distribución de la riqueza, y que las empresas que se beneficien de estas zonas libres deberían tener controles férreos y exigentes para verificar que en efecto cumplen con todas las normas para poder operar, e inclusive que esto sea auditado por cualquiera en la comunidad internacional. También dicen los autores que en el evento que se encuentren fallas que los países deben censurar al país que no cumple con la supervisión de sus zonas libres.
Sobre el tema de las operaciones financieras y la industria financiera en general los autores proponen que se registre los nombres de los beneficiarios finales, más fácil los dueños de las corporaciones, en un registro público por país, que sea de libre acceso a cualquiera que desee saber quién es el dueño real de X o Y corporación, y que si esa información es falsa que se disuelva forzosamente, y a su vez que se sancione al o los abogados que incorporaron dicha sociedad y que se les quite la idoneidad para ejercer la profesión.
Todo eso suena muy bien. Creo que si yo viviera en Minneapolis, o en Copenhague, o Goteburgo me podría dar el lujo que sea público que yo sea un millonario, y que sea público cuáles son todos mis bienes muebles e inmuebles, ya que el rapto en esas ciudades es algo casi ni escuchado. Sin embargo viviendo en Panamá, inclusive en Miami, Londres o Nueva York, es mejor que menos personas sepan qué tanta plata yo tengo (si es que fuera millonario). En muchos países el tema de la privacidad es un tema de seguridad. El Sr. Stiglitz ni el Sr. Pieth nunca han tenido la dicha de vivir en una metrópolis latina como Panamá, Bogotá, Caracas, Buenos Aires, Ciudad de México, etc. Ellos no han tenido que preocuparse de andar con guardaespaldas, ni soñar en que alguien los quiera secuestrar o alguien de su familia para pedirle un rescate millonario. Para ellos es más importante que el Estado que sea tenga el poder coercitivo y coactivo para ir a pedir sus impuestos y caerle a garrotazos a quien se oponga a su derecho de cobrar sus impuestos, y maldito el país que no se alinee con esta política.
Stiglitz y Pieth siguen proponiendo que el intercambio de información en materia fiscal debe ser automático y obligatorio entre todos los países. Siendo esta, según ellos, la mejor forma para combatir las transacciones dudosas, y también para que los políticos que reciben jugosas coimas por sus influencias sea más fácil para ser investigados. Igualmente aquí entran todas esas grandes empresas que toman ventajas para reducir sus impuestos. Recordemos el problema que tiene Irlanda con el resto de la Unión Europea que pretende que Apple pague impuestos que no cobro Irlanda, ya que la UE considera que fueron a través de ventajas ilegales ofrecidas por Irlanda. Irlanda ha prometido pelearle esto a la UE porque entiende que de no hacerlo todas las empresas que han tomado las ventajas fiscales de Irlanda tendrán que irse de ahí. No se sorprendan que por esto a Panamá también la obliguen a terminar su programa SEM, ya que es bastante similar.
También proponen que los países no cooperadores sean declarados unos parias, al punto que los ciudadanos de los países cooperadores no podrán tener cuentas bancarias en los países no cooperadores, no podrán participar en empresas registradas en países no cooperadores; y que ningún banco de un país no cooperador tenga corresponsalías con bancos en países cooperadores. Si eso no es el gobierno mundial entonces no sé qué es. Definitivamente que Stiglitz y Pieth abogan por ese control supremo de los países grandes sobre los más pequeños, imponiéndoles los estándares que tienen que seguir o de lo contrario los dejan fuera del juego, y los que se atrevan a comerciar con esos países que se atengan a las consecuencias.
Qué pasó con la autodeterminación de los pueblos? Resulta que los países tienen que doblegarse a intereses supranacionales de un grupo de países. Queda claro que todo esto de las Naciones Unidas, y otras organizaciones similares son una falacia. El derecho internacional queda como una materia que uno tiene que aprobar para recibir el título de abogado, porque realmente no se aplica en paridad. Mejor estudiar el derecho de la UE y de los Estados Unidos para entender mejor cómo se aplican sus leyes en el extranjero.
Los invito a que lean el informe de Stiglitz y Pieth. Lo pueden encontrar en
https://www.documentcloud.org/documents/3219549-Stiglitz-and-Pieth-Overcoming-the-Shadow-Economy.html. No creo que lo hayan traducido, así que sorry para los que no saben leer en inglés. Vean sus recomendaciones y lleguen a sus propias conclusiones. El que defiende al socialismo y aborrece al capitalismo verá con buenos ojos este informe. El que favorece al capitalismo verá que los autores proponen un cambio tan drástico que lo debilita.
Si esto resulta ser el nuevo orden mundial es mejor que Panamá vaya viendo qué va a hacer para crecer y fomentar el desarrollo. Los centros financieros se debilitarán en cuanto ya no sea rentable mantener operaciones de ultramar si no hay beneficios fiscales y confidencialidad sobre la propiedad de los fondos. Esto es algo que de suceder hay que estar listos, ya que aunque digan lo contrario, la economía nacional se afectaría grandemente a medida que todo ese capital se va de Panamá de vuelta a sus países de origen, y eso afectaría más que a los bancos, abogados y contadores, créanlo.